Félix Pallares y Víctor Ávila, nuevos mandos de la Policía Municipal
El nuevo titular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de Puebla será un militar de la Secretaría de la Defensa Nacional, el...
La enfermedad por de COVID-19 es principalmente una enfermedad respiratoria, sin embargo, un número cada vez mayor de informes indican que la infección por SARS-CoV-2 también puede causar manifestaciones neurológicas graves, incluidos casos precipitantes de probable enfermedad de Parkinson.
Ahora, una nueva investigación dirigida por la Universidad de Queensland (UQ), Australia, descubrió que el COVID-19 activa la misma respuesta inflamatoria en el cerebro que la enfermedad de Parkinson. El descubrimiento identificó un posible riesgo futuro de afecciones neurodegenerativas en personas que han tenido COVID-19, pero también un posible tratamiento.
El equipo de la UQ estuvo dirigido por el profesor Trent Woodruff y el doctor Eduardo Albornoz Balmaceda de la Facultad de Ciencias Biomédicas de la UQ , y virólogos de la Facultad de Química y Biociencias Moleculares.
“Estudiamos el efecto del virus en las células inmunitarias del cerebro, la ‘microglía’, que son las células clave involucradas en la progresión de enfermedades cerebrales como el Parkinson y el Alzheimer”, dijo el profesor Woodruff a cargo el ensayo. “Nuestro equipo cultivó microglía humana en el laboratorio e infectó las células con SARS-CoV-2, el virus que causa el COVID-19. Encontramos que las células efectivamente se ‘enojaron’, activando la misma vía que las proteínas del Parkinson y el Alzheimer pueden activar en la enfermedad, los inflamasomas”, agregó.
El doctor Albornoz Balmaceda precisó que la activación de la vía del inflamasoma provocó un “fuego” en el cerebro, que inicia un proceso crónico y sostenido de destrucción de neuronas. “Es una especie de asesino silencioso, porque no ves ningún síntoma externo durante muchos años. Puede explicar por qué algunas personas que han tenido COVID-19 son más vulnerables a desarrollar síntomas neurológicos similares a la enfermedad de Parkinson”, sostuvo Albornoz Balmaceda.
Los investigadores encontraron que la proteína de pico del virus fue suficiente para iniciar el proceso inflamatorio y se exacerbó aún más cuando ya había proteínas en el cerebro relacionadas con el Parkinson. “Entonces, si alguien ya está predispuesto a la enfermedad de Parkinson, tener COVID-19 podría ser como verter más combustible en ese ‘fuego’ en el cerebro. Lo mismo se aplicaría a la predisposición al Alzheimer y otras demencias que se han relacionado con los inflamasomas”, indicó Woodruff.
LA OPINION DE LOS COLUMNISTAS INVITADOS SON DE EXCLUSIVA RESPONSABILIDAD DE SUS EXPRESIONES , Y NO REPRESENTAN EL PENSAMIENTO DE PODER POLITICO
Periódico Poder Político - Noticiero PoderTv